Para los oaxaqueños la Plaza de la Danza es un escenario de mucho respeto, asistiendo como público a admirar a los artistas que ahí se presentan o bien como parte de un espectáculo, sabemos el gran valor que tiene la famosa Plaza de la Danza
Por: Lucio Gopar Fotos: Omar Maya Calvo.
Para los oaxaqueños la Plaza de la Danza es un escenario de mucho respeto, asistiendo como público a admirar a los artistas que ahí se presentan o bien como parte de un espectáculo, sabemos el gran valor que tiene la famosa Plaza de la Danza, ya que quien se presenta en este espacio cultural sabe la responsabilidad que adquiere al pisar este lugar, ya que solo grandes eventos o de excelente calidad, son los que aquí se han presentado por décadas y que han quedado guardados en los corazones, no solo de los oaxaqueños, sino de los turistas nacionales e internacionales, que han sido espectadores de estos grandes eventos.
La Plaza de la Danza está ubicada en la calle de José María Morelos por un lado y por el otro abarcando toda esta cuadra, termina en Av. Independencia, exactamente donde se encuentra también el Templo de “La Soledad”, que también es muy importante, por ser la Virgen de “La Soledad” la patrona de la capital de Oaxaca, habiendo un gran festejo el día 16 de Diciembre de cada año. La Plaza de la Danza es uno de los Escenarios Culturales más importantes de Oaxaca, de la misma importancia que el Auditorio “Guelaguetza” y que el Teatro “Macedonio Alcalá”.
Uno de los eventos más recordados es el Bani Stui Gulal, una manifestación folklórica que, a través de espectáculos coreográficos, narran el origen y la transformación de la más importante de nuestras fiestas que es “La Guelaguetza”, pasando por sus diferentes etapas. Bani Stui Gulal significa en zapoteco: repetición del pasado. Y desde 1960 se empezó a presentar los domingos previos a la presentación de la máxima fiesta folklórica de Latinoamérica que es “La Guelaguetza”. Ser parte de uno de los cientos de bailarines que integran esa puesta en escena, tiene un gran valor para los oaxaqueños y en general para los amantes de la danza y la cultura.
Este evento quizás es uno de los cuales le dio mucho realce a este escenario, en donde la unión de un gran espectáculo, con un escenario con historia y significado para los oaxaqueños, logró la fusión perfecta para mover los sentimientos de quienes presenciaban este magno evento. Estos espectáculos del Bani Stui Gulal inician con la representación prehispánica de la fiesta llamada hueytecuhilhuitl “Fiesta Grande de los Señores”, traída por los mexicas. Aquí cuentan como anteriormente sacrificaban a una doncella en honor a Centéotl, “Diosa del maíz”. Después se transformó durante la colonia, época en la que se fusiona con la fiesta religiosa de la Virgen del Carmen y finaliza con la transformación de la fiesta en los tiempos modernos. Durante esta representación se da a conocer a la nueva “Diosa Centéotl” que se selecciona previo concurso de embajadoras de las diversas regiones, que compiten fuertemente por este título, ganando quien más conocimientos tenga sobre su propia región, su historia, su vestuario, sus costumbres y cultura general de Oaxaca.
En esta Plaza de la Danza, se localizan históricos edificios que tienen un gran significado para los oaxaqueños, habiendo sido inaugurado este lugar en el año de 1950, siendo en esas fechas, el único lugar en donde había un cupo de cientos o quizás miles de personas que podían presenciar un evento.
Así que múltiples artistas se han presentado y se siguen presentado aquí, así como diversos grupos de baile tanto locales como invitados de otros países, conciertos de infinidad de cantantes, concursos artísticos y múltiples eventos culturales se han realizado en este lugar, que tiene un marco perfecto por sus edificios con los que colinda como son el Templo de San José, así como la Escuela de Bellas Artes, un atrio enorme en donde se venden las deliciosas nieves oaxaqueñas y dulces típicos.
Si solo quieres caminar puedes hacerlo y degustar unos dulces típicos oaxaqueños o tomar una nieve la clásica de leche quemada con tuna, en el jardín “Sócrates” que te conduce a este magnífico lugar.
Eugenio José Cabrera González, oaxaqueño amante de la cultura por siempre.
Nació en el barrio de “Los 7 Príncipes”, el 4 de Abril de 1963, fueron sus padres José Cabrera Rivera y María González Luján, ambos artesanos en mantelería que ellos mismos comercializaban. Disfrutó una niñez de dicha y felicidad, su primera diversión fue escuchar los programas infantiles que se transmitían en la radio, razón por la cual despertó en él, el deseo irrefrenable de ser artista, por lo que a los 5 años empezó a cantar, lo hacía tan bien que sus familiares lo llevaron a la radiodifusora para que mostrara sus dotes artísticas. Participaba y como premio recibía pastelitos de “La Vasconia”, boletos para el cine a “Cinelandia” en donde se encuentra ahora el hotel “Quinta Real” o bien para ir al balneario. Uno de los programas que con más gusto recuerda es “La Hora Azul de los Niños”, que magistralmente conducía Angel Espinoza Llaguno (qepd).
Su educación Primaria la cursó en la Escuela Vicente Guerrero, por el mismo rumbo del barrio de “Los 7 Príncipes”, siempre destacó en las actividades artísticas, como declamación, canto y bailables. En esa época tuvo la fortuna de conocer al maestro Nachito, extraordinario músico originario de San Melchor Betaza, quien tenía una estudiantina de niños, fue ahí donde aprendió a ejecutar la guitarra y a cantar. Desde ese tiempo se hizo de muchos amigos, con los que posteriormente cantó en varios conjuntos musicales, también estudió en la Casa de la Cultura Oaxaqueña. Fue integrante de la segunda generación del “curso de guitarra popular” que les impartió el Maestro Sánchez Tovar.
En la Secundaria 115 perteneció al Grupo Coral y a la Estudiantina, durante la formación preparatoria formó parte de la famosa Rondalla “Amor” que dio prestigio a nivel estatal y nacional a este centro educativo, viajando por diferentes partes dentro y fuera del Estado.
Además de cantar y ejecutar la guitarra con cierta maestría, aprendió a tocar la mandolina, la bandurria y el pandero con el que ejecutaba vistosos bailes. Al pisar diferentes escenarios él y sus compañeros se hicieron acreedores a múltiples reconocimientos, dentro de las actividades que sobresalieron de la Rondalla “Amor” están: En 1977 grabaron su primer disco con la empresa Peerles de México. Se presentaron en el programa de Televisa “Siempre en Domingo”. También tuvieron una presentación en Imevisión, ahora Televisión “Azteca”. Tuvieron visita a la Casa Oficial de “Los Pinos” con el Presidente José López Portillo.
Eugenio Cabrera perteneció también perteneció a la Tuna de Antequera y fue cofundador de la Primera Estudiantina creada en la URSE (Universidad Regional del Sureste).
Hay mucho que contar sobre la vida de nuestro personaje quien actualmente impulsa a nuevos talentos, coordina infinidad de actividades mezclando la cultura con su desempeño laboral, en la Casa que actualmente es de administrar una empresa. Lo que le permite llevar a cabo eventos en los cuáles invita a artistas para promover productos típicos oaxaqueños, así como la belleza de nuestro Estado de Oaxaca, habiéndose involucrado muy a fondo y continuamente es fotografiado al lado de grandes estrellas de Televisa y del Cine de nuestro país, así como también con el maestro q.e.p.d. Francisco Toledo a quien también Eugenio admira por su gran labor y su influencia no solo en la cultura, sino en las decisiones importantes de nuestra entidad.
Actualmente ha sido reconocido en repetidas ocasiones por la Asociación Nacional de Locutores con los Galardones La Voz de Oro al Mérito, el Pergamino de Oro al Mérito Andrés Henestroza y el Pergamino de Oro al Mérito Cultural José Vasconcelos, entre otros.
Amante empedernido de la cultura nuestro amigo Eugenio Cabrera, te invita a que visites la Plaza de la Danza en la capital de Oaxaca y si tienes la oportunidad de disfrutar de algún evento, nos dice que está absolutamente seguro que será inolvidable para ti y tus acompañantes.
UN ESCENARIO TAN FIRME COMO OAXACA MISMO ES: “LA PLAZA DE LA DANZA”
