Se teme que para el próximo proceso electoral vuelva a triunfar el fenómeno electoral por el cual las autoridades electorales han luchado sin poder de abatir ese fenómeno que conocemos como el abstencionismo.
Por: Javier Hernández
foto: archivo
Puerto Escondido Oax. se teme que para el próximo proceso electoral vuelva a triunfar el fenómeno electoral por el cual las autoridades electorales han luchado sin poder de abatir ese fenómeno que conocemos como el abstencionismo.
Resulta que todo intento que se hace por abatir este fenómeno es infructuoso, toda vez que en tanto las autoridades buscan métodos más democráticos y perfectibles, los partidos políticos hacen lo contrario por el solo fin de controlar y mantener las prerrogativas que les otorgan.
La forma anti democrática que se vivió al interior de los partidos políticos para la designación y selección de candidatos bajo los mecanismos que mejor les convenía a los líderes partidistas, hoy tienen su respuesta a su intransigencia por continuar manejando el poder a escasos ocho días de que se realice el proceso electoral existe una incertidumbre por parte de los candidatos a diferentes puestos de elección, toda vez que hasta el momento no cuentan con sondeos reales de quien o quienes serán los triunfadores.
Esto obedece a que el electorado ha aprendido a usar un sistema que los mismos líderes partidistas se han empeñado en perfeccionar como es “la simulación” aspecto que el electorado aprendió consuma facilidad, esto por la forma anti democrática con la que las cúpulas partidistas eligieron a sus abanderados a elección popular. Lo que generó la irritación de las estructuras partidistas de los partidos, quienes como sus líderes partidistas eligieron a sus candidatos en aras de sus intereses. Pues muchas de las estructuras partidistas optaron por buscar otras opciones, toda vez de que entre estas existen intereses como tienen los intereses los líderes cupulares.
Incursionaron a otros partidos en un ir y venir por afectarse en sus intereses, perredistas se fueron al priismo, del priismo se fueron a Nueva Alianza, del PRD se fueron a Movimiento Ciudadano, en fin dejando a un lado sus convicciones ideológicas por defender sus intereses personales.
Este fin de semana cerraron campaña la mayoría de los candidatos a ediles, así como los candidatos a diputados locales, donde se pudo observar las caras nuevas, llenas de un cinismo total prostituyendo la democracia que pomposamente ha vertido el gobierno del estado que se vive en Oaxaca. E inclusive se podrían llamar elecciones de estado, toda vez que han señalado un tumulto de descalificaciones entre sí las diferentes corrientes políticas. Los priistas señalan que la coalición Unidos por el Desarrollo han sido patrocinadas desde el gobierno del estado y esta coalición descalifica a la coalición Comprometidos por Oaxaca de que el gobierno federal ha financiado a los candidatos del Partido Revolucionario Institucional.
En entrevista con algunos militantes de los diferentes partidos han coincidido en señalar que con la actitud de sus líderes estatales a imponer candidatos con antecedentes de muy bajo nivel moral, así como de baja identificación con el electorado, con esto provocaron una desbandada de militantes a otros partidos que inclusive no comparten la misma plataforma ideológica, pero en arrebato a esta actitud partidista de sus líderes se encrespan contra ellos retándoles a que por este tipo de decisiones perderán sus candidatos elegidos. Y con esto únicamente provocan la decepción de quienes creían tanto en una plataforma ideológica como proyecto político fortaleciendo con esta actitud la apatía y la no participación a cumplir con el deber cívico para votar por sus futuras autoridades. Y así fortalecer el abstencionismo y con ello el fracaso por buscar un municipio, un estado y un país más democrático.
