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Las despedidas siempre son tristes y dolorosas, pero ésta fue todo lo contrario. Con el típico, cielito lindo, los más de setenta mil aficionados presentes le dieron el adiós a una Selección que dejó un grato sabor de boca por la contundencia que mostraron, pero que también generó dudas por el insípido accionar que dejaron en la cancha.

México vence a Israel y se despide con triunfo de su aficiónPOR TONATIUH G. TRUJILLO
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LAS despedidas siempre son tristes y dolorosas, pero ésta fue todo lo contrario. Con el típico, cielito lindo, los más de setenta mil aficionados presentes le dieron el adiós a una Selección que dejó un grato sabor de boca por la contundencia que mostraron, pero que también generó dudas por el insípido accionar que dejaron en la cancha.

Las lágrimas que dejan un adiós fue cambiado por aplausos, baile, alegría, felicidad y esperanza, pues el doblete del Miguel Layún y el gol de Marco Fabían con el que vencieron a Israel 3-1, hacen crecer el sueño azteca.

A pesar del triunfo, México está preocupado, pues uno de sus mejores hombres, José de Jesús Corona, salió lesionado, luego de un rodillazo que recibió por parte de su compañero, el “Maza” Rodríguez. ‘Chuy’ fue trasladado al hospital y su estado físico se desconoce, por lo que Miguel Herrera deberá comenzar a buscar una solución en caso de que Chuy sea baja.

Ahora México volará a Estados Unidos para iniciar una gira donde se medirá a Ecuador el próximo sábado 31 en Dallas, posteriormente se enfrentará a Boznia y finalizará ante Portugal, y se reportarán listos para iniciar su aventura por el Amazonas.

VENERADO

El Azteca se puso a sus pies.

Con gran fervor el pueblo mexica veneró a uno de sus más grandes ídolos. Sí, aquel personaje “jorobado” que hizo soñar a los mexicanos en el Mundial de Francia 1998, dejó alma, corazón, lágrimas, sangre y talento dentro del campo en su despedida. Cuauhtémoc Blanco, el del barrio bravo de Tepito, volvió hacer vibrar el Coloso de Santa Úrsula, tal y como en sus mejores momentos. Con su clase y maestría hizo ponerse de pie a los más de 70 mil aficionados, quienes corearon “Temo, Temo”, luego de los “taquitos” y los excelentes pases filtrados con los que generó grandes oportunidades de gol, que ni Oribe Peralta e Isaac Brizuela pudieron concretar. Sin duda el Cuauh fue el mejor hombre del Tricolor, contexto por el cual fue el mandamás y capitán del combinado del “Piojo”, pues el combinado israelita no mostró presión alguna sobre el marco de Jesús Corona, por consiguiente, Aguilar, el “Maza”, Salcido, Reyes y Layún no tuvieron problemas para desarmar la artillería visitante.

El corazón del Azteca se detuvo, pues Blanco cobró un tiro libre el cual rozo el travesaño. Cuauhtémoc se divirtió como un niño dentro del campo, hasta en el momento en que salió de cambio. Como un grande abandonó la cancha, siempre sonriente y con un aplauso al público, se acercó hasta Chuy Corona, le entregó el gafete de capitán y le dio pie al ingreso de Raúl Jiménez, situación por la cual los seguidores se pusieron de pie y le brindaron un aplauso por su enorme trayectoria.

¡CULPABLE, SIEMPRE CULPABLE!

Con el cambio, el planteamiento del “Piojo” comenzó a rendir frutos, pues el combinado azteca se conjuntó más. El mediocampo que parecía estar en el limbo, inició a morder más a los pupilos de Guttman. Andrés Guardado, Marco Fabián y Brizuela, por fin aparecieron para conectarse con Peralta y Jiménez, realizando jugadas pre fabricadas, toques cortos y paredes que generaron espacios peligrosos los cuales no fueron aprovechados por la artillería nacional.

El Coloso de Santa Úrsula hizo erupción. Los vasos de cerveza volaron, los cabellos fueron arrancados súbitamente y el grito de ¡Gooool! Desgarró miles de gargantas, pues el balón besó la red. Sí, la culpa fue otra vez de Layún, quien sacó un potente disparo desde los linderos del área que clareó a Harush, quien cometió el error más grande de su vida, pues pudo tomar el esférico con las manos, pero intentó despejarlo con los puños, situación por la cual el balón se le escapó.

Tras la anotación, México intentó acercarse nuevamente al marco visitante, pero Elmer Bonilla no dejó generar más emoción y decretó el final del primer tiempo.

Para el complemento, Herrera no quedó satisfecho con la labor de Peralta y decidió darle una oportunidad del “Chicharito”, con el afán de que este tuviera mayor actividad y llegar pleno a la Copa del Mundo.

El movimiento táctico no le generó mayor cambio al Tricolor, quien continuó con un futbol poco productivo, irregular y con errores puntuales debido a la falta de concentración. A diferencia del cuadro Azteca, el cambio que realizó Israel fue muy fructífero, ya que Natcho, le dio solidez al medio campo, contexto por el cual los visitantes generaron u par de llegadas al arco de Corona, quien resolvió con maestría.

¡OTRA VEZ!

Con el paso de los minutos, México adelantó líneas e hizo ver su suerte a los israelitas, quienes no vieron lo duro si no lo tupido, a pesar de que los embates mexicas no tuvieron la fuerza para vencerlos.

Nadie podía creerlo, el festejo fue retardado, pues nadie se dio cuenta que la pelota había entrado. Otra vez Miguel Layún fue el encargado de estremecer los cimientos del Azteca. El lateral izquierdo sacó un riflazó, el cual fue desviado por Harush, pero en dirección hacia su propia meta, y ver como agónicamente entraba la pelota en su portería. Tras la anotación México no bajó el ritmo y buscó el tercero de la noche y hacer su despedida alegré.

¡ALERTA ROJA!

Todo era calma y parecía que el duelo culminaría sin contratiempos, de pronto las alarmas se encendieron en la banca, los focos rojos encandilaron a los presentes. En una salida precipitada, el capitán y portero Tricolor, Chuy Corona recibió un tremendo rodillazo en el cuello y cara por parte de su compañero, el “Maza” Rodríguez, por lo que de inmediato Guillermo Ochoa comenzó a calentar. El cambio fue inminente, Corona no pudo levantarse, situación por la que abandono el Azteca en ambulancia, por lo que en este momento su participación en Brasil está en duda.

LA CEREZA DEL PASTE

El cielito lindo comenzó a retumbar. ¡Ay, ay ay, canta y no llores, porque cantando se alegra el cielito lindo los corazones!, cantico que repentinamente paro y cambió por el de ¡Goooool!, pues Marco Fabián aprovechó un balón suelto dentro del área israelita para sacar un fogonazo que perforó la meta visitante.

Así con un contundente 3-0, México se despidió de una fiel afición, que estuvó siempre aal pie del cañón alentándolos.
MÉXICO: 1.- Jesús Corona (13.- Guillermo Ochoa, 73′); 22.- Paúl Aguilar, 2.- Francisco Rodríguez, 3.- Carlos Salcido, 5.- Diego Reyes, 7.- Miguel Layún (11.- Alan Pulido, 71′), 18.- Andrés Guardado, 8.- Marco Fabián, 17.- Isaac Brizuela (16.- Miguel Ponce, 60′), 10.- Cuauhtémoc Blanco (9.- Raúl Jiménez, 37′), 19.- Oribe Peralta (14.- Javier Hernández, 46′). DT. Miguel Herrera.

ISRAEL: 1.- Ariel Harush; 2.- Yuval Shpungin, 3.- Tal Ben Haim, 5.- Rami Gershon, 20.- Omri, Ben, 13.- Sheran Yeini (11.- Maor Buzaglo, 79′), 7.- Beram Kayal (6.- Bibars Natcho, 46′), 9.- Lior Refaelov (14.- Gili Vermouth, 59′), 16.-Eran Zahavi (15.- Yossi Nenayoun, 64′), 17.- Ben Sahar, 22.- Omer Damari. DT. Eli Guttman.

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