NO HAY NADA MAS REVOLUCIONARIO QUE DECIR LA VERDAD, Y
LOS PERIODISTAS DEBEN DUDAR DE LA VERDAD OFICIAL.
BEN BRADLEE.
ISMAEL SANCHEZ ZAMORA.
Cuando los periodistas se olvidan que su trabajo es cuestionar, incomodar y evitar el abuso de los gobernantes las consecuencias son enormes, ya que nuestra principal responsabilidad social como periodistas es evitar los abusos de quienes ejercen el poder, los mejores comunicadores son rebeldes y no esclavos del poder, por ello hay que buscar la verdad después de escuchar la verdad oficial: NO HAY NADA MAS REVOLUCIONARIO QUE DECIR LA VERDAD.
Mientras que para la prensa internacional el gobierno de Peña Nieto está rebasado, para la mayoría de medios en nuestro País todo está bajo control mostrando su total sumisión al poder en turno y no solo eso se prestan a ser voceros oficiales del sistema corrupto pese a las claras señales de impunidad existentes desde el poder ejecutivo, judicial y legislativo hasta los partidos políticos y sus líderes, instituciones, empresarios y organizaciones no gubernamentales y que más ejemplo que la propia Comisión Nacional de Derechos Humanos cuyo actual titular sin descaro alguno busca reelegirse en el cargo habiendo mostrado su total respaldo al gobierno federal haciéndose el occiso en sus responsabilidades.
A más de un mes de la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa, los organismos Internacionales de derechos humanos y los principales medios de comunicación extranjeros no sueltan el caso, y al contario del discurso oficial (que ha pretendido reducir el problema al ámbito municipal y estatal) que apunta directo al gobierno de Peña Nieto, y al que le achacan responsabilidad debido a su incapacidad para encontrar a los estudiantes y sancionar a los culpables de su desaparición mostrando con ello la crisis de seguridad y de derechos humanos que padece el país exhibiendo sus desatinos: La corrupción, impunidad y la complicidad de los políticos con el crimen organizado continúan permeando y dañando a la sociedad que ha mostrado el hartazgo y cansancio rebasando toda tolerancia posible.
Mientras que los familiares y compañeros de los estudiantes desaparecidos están desesperados y desencantados por la falta de respuesta de las autoridades y más aún cuando el gobierno federal quiso comprar su silencio señalan “no nos van a comprar” ni mucho menos enredar queriendo culpar a la mafia de los sucesos acontecidos no solo en Ayotzinapa sino en Tlataya, del encarcelamiento de Mireles y líderes indígenas entre muchos casos que se están viviendo en México, y en los cuales el gobierno se quiere deslindar, por ello se ha pedido ayuda a instancias como la ONU, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y el Parlamento Europeo ya que los afectados afirman “te secuestran, te torturan y te matan….Y no pasa nada.
Ante los equívocos, omisiones y ausencias del gobierno federal, Enrique Peña Nieto hace hasta lo imposible para desmarcarse de responsabilidades de las tragedias que han sucedido sabiendo de antemano con suficiente anticipación de lo que estaba ocurriendo en Iguala como en otros casos en los cuales la connivencia entre policías, políticos y sicarios del crimen organizado no hizo nada estando facultado por la Constitución para tomar medidas en los casos citados. La muestra de indolencia del Ejecutivo al igual que del secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong se mostró cuando se turnó la atención de la crisis a la ventanilla del ámbito “local”.
Por lo pronto la salida de Ángel Aguirre, lejos de terminar con las movilizaciones en Guerrero y otras ciudades del País, sume a la entidad en una crisis de gobernabilidad. La partida del mandatario no resuelve el problema de fondo ya que lo importante es localizar a los 43 estudiantes desaparecidos. Vacío de autoridad y crisis de gobernabilidad no son exclusivos de Gorrero sino de todo el País el cual se encuentra a punto de estallido social fuera de la tolerancia y que más muestra la solidaridad a nivel internacional hacia el esclarecimiento de los hechos y castigo a los culpables y sobre todo la aparición de grupos guerrilleros que han dado a conocer su postura al gobierno en turno al grado de señalar de que en caso de que no se aclaren los problemas se podría dar la aparición de represalias.
El tamaño del fracaso del gobierno en sus tres niveles exhibido ante los ojos del mundo.
El terror es la fotografía de México en el exterior y todos los ojos se encuentran puestos en lo que se está viviendo aquí y en espera de respuestas prontas y positivas de lo contrario el gran proyecto de Peña Nieto en vender nuestros recursos energéticos se caerá más rápido de lo que le costó comprar la presidencia de México…..Hasta AQUÍ HUATULCO
