Lamentablemente muchas de las víctimas han señalado que temen a denunciar este caso debido a que no confían en las autoridades, y que prefieren cerrar sus tiendas para evitar ser violentados e incluso asesinados.
Por José Ignacio Santiago
Juchitán de Zaragoza, Oax.- “Nos das la mitad de tus ganancias, o no te dejamos trabajar” una amenaza muy clara que han recibido varios comerciantes y microempresarios en la región del istmo de Tehuantepec, los cuales en muchas de las ocasiones prefieren no denunciar y abandonar sus negocios, ante la amenaza de ser agredidos por un grupo armado que viene operando en la región del istmo.
El cobro de piso, una realidad que las autoridades se han negado a atender y que viene avanzando considerablemente afectando principalmente a los microempresarios que apenas vienen iniciando un pequeño negocio, el cual termina truncado por este grupo delictivo que pretende sobrevivir de la extorsión.
Lamentablemente muchas de las víctimas han señalado que temen a denunciar este caso debido a que no confían en las autoridades, y que prefieren cerrar sus tiendas para evitar ser violentados e incluso asesinados.
José “N” habría iniciado un negocio en la región del istmo, con una nueva una modalidad de adquirir un vehículo a través de una pequeña inversión, sin embargo, mientras regresaba de la ciudad de Tehuantepec, fue interceptado por una camioneta donde viajaban cuatro sujetos, todos ellos armados, los cuales amenazantemente le dijeron que al lograr colocar un vehículo tendrían el que darles la mitad de las ganancias o de lo contrario lo levantarían.
Ante la poca posibilidad que existía para el microempresario en la región del istmo, José decidió abandonar su negocio y prefirió buscar otra manera de subsistir, “Me amenazaron que tenía que pagarles la mitad de lo que yo llegara a ganar, cuando ni si quiera sabía yo como me iba a ir en la primera inversión, pues se trata de una nueva modalidad que estaba intentando implementar en el istmo” recalco la víctima.
Así se opera en el istmo, sin la más mínima restricción ante grupos criminales que vienen extorsionando a pequeños emprendedores desde hace ya más de cinco años, mientras que las autoridades simplemente han optado por hacerse de la vista gorda.
