// ¿Y la policía estatal? - Panorama del Pacifico
panoramadelpacifico@gmail.com                          

No sabemos qué ocurre, si ya los encargados de la seguridad pública, por lo menos del estado, nos han dicho hasta el cansancio que no hay de qué preocuparse, que Oaxaca es una de las entidades más seguras, inclusive la número 10 más segura del país. 

No sabemos qué ocurre, si ya los encargados de la seguridad pública, por lo menos del estado, nos han dicho hasta el cansancio que no hay de qué preocuparse, que Oaxaca es una de las entidades más seguras, inclusive la número 10 más segura del país.

Entonces no sabemos qué pasa, por qué el secretario de seguridad pública y el procurador aseguran que todo está bien, que los feminicidios “han bajado” y que algunos asesinatos y desapariciones “son hechos aislados”.

Una de dos: O los periódicos andan inventando nota roja pa’ vender más ejemplares o los encargados de la seguridad nos quieren tomar el pelo. O, tal vez, los delincuentes se pusieron de acuerdo para hacer quedar mal a los funcionarios con sus declaraciones públicas.

Zona costeña, tierra de nadie

Apenas fueron asaltados unos 11 turistas que se dirigían a las Cascadas Mágicas, en el área que pertenece a San Miguel del puerto, de donde no ha circulado información al respecto de quién quedó a cargo de la presidencia municipal desde que el alcalde fuera baleado hace algunos meses.

Los prestadores de servicios turísticos de la zona han advertido que de no solucionarse el caso y no brindar las garantías de seguridad, tendrían que suspender todas las actividades porque no tendría caso seguir establecidos mientras que el arribo de turismo baje y comiencen a generar pérdidas millonarias.

¿Y la policía estatal?

Hace apenas unos años, la policía estatal era de las más eficientes, pese a que la mayoría de sus elementos ya pasaban del promedio de los 40 años de edad.

Por ello, se planificó retirar a muchos de ellos y reclutar a elementos jóvenes con sus debidos previos adiestramientos policiales, pero la eficiencia de ese cuerpo policial ha ido, desde entonces, de peor en “pior”.

Hoy, la policía estatal tiende operar más lenta que antaño, cuando los elementos, en muchos casos, estaban ya hasta por los 50 años de edad. Con elementos más jóvenes, se suponía, el tiempo de respuesta y eficiencia se incrementaría, pero no ha sido así.

Los estatales representaron un apoyo importantísimo en el pasado, cuando las policías municipales resultaban deficientes o corruptas, y no sólo apoyaban tareas regionales o locales sino operaciones sumamente complejas.

Hoy, la eficiencia de la policía estatal es sólo un buen recuerdo, mientras que en toda la entidad se cometen actos delictivos de todos los niveles con daños en muchos casos irreversibles no sólo para las economías locales, el turismo y la sociedad sino amenazantes para las vidas de los oaxaqueños y extranjeros que nos visitan.

Au revoir

Mario Osiris Benavides Morin
Catedrático de la Universalidad de Oaxacalifornia

print