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Definir candidaturas y alianzas electorales, y conseguir la unidad del partido, son algunos pendientes que esperan al nuevo ‘jefe’ panista
Anaya ganó este domingo la elección interna del PAN, con lo que será el próximo presidente nacional del partido blanquiazul 7 retos que Ricardo Anaya enfrentará como presidente nacional del PAN

(Cuartoscuro/Archivo)

Por José Roberto Cisneros Duarte

CIUDAD DE MÉXICO (CNNMéxico) — Ricardo Anaya ganó la contienda interna y ahora tendrá en puerta una serie de retos como el nuevo presidente del Partido Acción Nacional (PAN).

Al convertirse en el nuevo jefe panista tendrá que conducir en el corto plazo el proceso de definición de 12 candidaturas a gobernador para las elecciones del próximo año, y meses después tendrá que guiar la selección del aspirante presidencial blanquiazul en los comicios de 2018, sólo por mencionar un par de estos desafíos.

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A continuación te presentamos 7 de los pendientes que Anaya deberá resolver como dirigente de Acción Nacional.

1.- La candidatura presidencial

“Vamos a poner un alto al PRI y vamos a sacarlo de Los Pinos (…) En 2018 los panistas vamos a ser la verdadera esperanza de México y vamos a ganar la Presidencia de la República”, dijo Anaya el viernes pasado.

Para conseguir este objetivo, el PAN deberá elegir a un candidato presidencial a través de una elección abierta a la militancia, como lo marcan sus estatutos.

“El PAN debe remontar el límite de votos que ha tenido, reconfigurando la imagen y la agenda (del partido) porque esto es fundamental para la construcción de una candidatura presidencial”, comentó a CNNMéxico el profesor de Ciencia Política del Tecnológico de Monterrey Campus Ciudad de México, Gustavo López Montiel.

Entre los panistas que por ahora se mencionan como presidenciables hacia 2018 están la exlegislador Margarita Zavala; el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, y el diputado federal electo y dirigente saliente del panismo, Gustavo Madero.

2.- Definir otras candidaturas

Previo a esto, corresponderá a Anaya convocar a la militancia para elegir a sus candidatos de las elecciones estatales del próximo año, en las que se renovarán las gubernaturas de 12 estados: Veracruz, Puebla, Oaxaca, Chihuahua, Sinaloa, Tamaulipas, Aguascalientes, Zacatecas, Hidalgo, Tlaxcala, Quintana Roo y Durango.

Salvo Puebla, el PAN no gobierna en ninguna de esas entidades —participó en las coaliciones electorales ganadoras en Oaxaca y Sinaloa, pero se distanció de esas administraciones—, por lo que los comicios locales de 2016 serán oportunidad para incrementar sus espacios de representación.

3.- Negociar alianzas electorales

Anaya encabezará las negociaciones para definir si su partido hace o no alianza con el PRD en las entidades antes mencionadas, así como los candidatos y términos con los que participarían.

En 2010, el PAN —entonces encabezado por Madero— ganó en coalición con el PRD las gubernaturas de Puebla, Oaxaca y Sinaloa, aunque se ha mantenido distanciado de las administraciones en las dos últimas entidades.

Esas alianzas panistas recibieron críticas de personas como Manlio Fabio Beltrones —próximo presidente nacional del PRI—, quien las calificó entonces como “contra natura”.

4.- Unificar a los panistas

En el decálogo que Anaya presentó en su campaña interna destacó como uno de sus puntos consolidar “un PAN unido, reconciliado e incluyente”.

Lo anterior ante las divisiones blanquiazules, con facciones que rivalizan —particularmente las encabezadas por Madero y el expresidente Felipe Calderón— en una situación que ha sido conocida como “la onda grupera”.

“Tales circunstancias no sólo han establecido situaciones de inequidad y favoritismo al interior del partido, sino que son el principal combustible de los conflictos internos que se han multiplicado en lo que va del presente siglo… Esta dinámica debilita la vida institucional del PAN”, escribió en su blog Aminadab Pérez Franco, director de la Fundación Miguel Estrada Iturbide y estudioso de Acción Nacional.

5.- Escándalos de corrupción

El PAN tiene pendiente limpiar su imagen ante casos de corrupción como los “moches” (sobornos), pues hasta ahora no ha hecho algo contundente contra estos escándalos que han afectado al partido, destacó el académico de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), Víctor Reynoso.

“Poner en orden a los panistas que actúan ahora como políticos tradicionales, buscando su propio interés, en lugar de seguir los programas, los principios del partido, creo que ahí está el gran reto”, indicó en entrevista.

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6.- Depurar el padrón

Tanto Anaya como su contendiente en la pasada elección interna, Javier Corral, destacaron la necesidad de depurar el padrón de militantes —de 480,585 panistas—, con el fin de garantizar su fiabilidad ante su crecimiento irregular registrado en los últimos meses.

El senador Corral, quien impugnó el padrón ante instancias internas y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), indicó que el padrón del PAN presenta “afiliación masiva, interesadas o emergentes y abultamiento del padrón con militantes de otros partidos”, y para ilustrarlo citó cifras que dan cuenta de afiliaciones de cerca de 200,000 personas en el primer semestre de 2014, presumiendo que fueron inscritas de manera corporativa para que pudieran participar en esta elección interna.

El PAN concluyó en 2013 un proceso previo de depuración de su padrón vía refrendo.

7.- Elegir a los coordinadores parlamentarios

Es facultad estatutaria del presidente nacional del PAN definir quiénes son los coordinadores del partido en las cámaras de Diputados y Senadores, situación que en el pasado ha provocado roces.

En 2008, el entonces dirigente nacional Germán Martínez Cázares destituyó a Santiago Creel como líder en el Senado para designar a Gustavo Madero; y en 2013, Madero reeditó la jugada y reemplazó a Ernesto Cordero con Jorge Luis Preciado en el mismo cargo.

Lee: Gustavo Madero descarta buscar la coordinación de los diputados del PAN

No obstante, Anaya también puede aprovechar estas designaciones para operar reacomodos y contribuir con la reconciliación, a través de la inclusión de quienes no lo apoyaron.

“Eso abre espacios de negociación para la incorporación de grupos”, comentó López Montiel , y agregó que lo mismo puede aplicar para la conformación del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) que encabezará Anaya.

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