Fernando Casteleyro
Con una misa solemne, se llevó a cabo el día de hoy la ceremonia del primer aniversario de la ordenación de Monseñor Pedro Vázquez
Puerto Escondido, Oax.- Con una misa solemne, se llevó a cabo el día de hoy la ceremonia del primer aniversario de la ordenación de Monseñor Pedro Vázquez Villalobos y el décimo año del nombramiento de Diócesis a Puerto Escondido.
Asimismo se dio formal ordenación como Diáconos a Juan Martín Cervantes y a José Alvarado Bautista, encabezando el acto el actual Obispo de esta Diócesis, Monseñor Pedro Vázquez Villalobos.
El acto litúrgico tuvo lugar en la construcción en donde se edificará la Catedral de la Costa que aún se encuentra en obra negra.
Hasta este lugar acudieron los 43 sacerdotes de las 29 parroquias que integran esta Diócesis.
Durante la homilía Monseñor Vázquez Villalobos recordó que el día 7 de enero del 2004 inició la historia de esta Diócesis con estas palabras “ y Dios puso al frente de esta porción de la iglesia a Monseñor Eduardo Carmona Ortega primer Obispo de Puerto Escondido, lo recordamos con cariño y le pedimos a Dios que lo bendiga y lo llene de dones para que pueda ejercer su ministerio episcopal en la Diócesis de Parral Chihuahua donde lo llevó el Señor después de haber estado en estas tierras de Oaxaca…”.
Y continuó “…nuestro pueblo es pobre, demasiado pobre pero nuestro pueblo es generoso y fruto de su generosidad ahí va la construcción de nuestra catedral, pedimos a Dios que nuestro pueblo no se canse de ser generoso y algún día este edificio pueda ser terminado…”.
Acto seguido el prelado tomó la protesta de rigor a dos nuevos Diáconos y a dos nuevo Acólitos “…Dios me trajo hasta aquí como te trajo a ti, a esta iglesia pobre en la que tú has ido encarnándote y conociendo el corazón de nuestros fieles y te has enamorado de ellos como de esta Diócesis y tomaste la decisión de ser sacerdote, muchas gracias por tu generosidad y por venir con nosotros y a ser un miembro más de nuestro presbiterio, felicidades quiero que seas el gran sacerdote y juntos vayan presentando un nuevo rostro nuevo de sacerdotes para que nuestro ministerio sea fecundo para bien de la iglesia y quiero agradecer a sus papas el regalo de sus hijos…”.
Los nuevos Diáconos fueron conminados a seguir el camino de la humildad “…nuestros hermanos gritan a Dios y gritan a nuestros gobernantes y gritan a la sociedad: queremos vivir en paz, quieren respondiendo al llamado de Dios continuar preparándose debidamente de tal manera que se hagan aptos para recibir en el momento oportuno el orden sagrado y puedan así desempeñar con dignidad el ministerio que la Iglesia les confía?…” a los que los nuevos Diáconos respondieron “…Si, si queremos…”.
Acto seguido se dio paso al convite en donde departieron pobres y ricos, güeros y morenos, hombres y mujeres que no ocultaban su regocijo ante los festejos del décimo aniversario de esta Diócesis y con la esperanza de que pronto puedan ver cristalizada la magna obra de la Catedral.