El sector naval de Huatulco celebro un año más de la celebración del nonagésimo octavo aniversario de la defensa heroica de la soberanía de la patria por los cadetes de la heroica escuela naval y el pueblo veracruzano, así mismo decoraron mas de 20 elementos que cuenta con 10 y 25 años en la filas de la secretaria de marina, estuvieron presente autoridades municipales, federales y militares.
Decoran a personal de la marina.
Por. Roberto Agustiniano Domínguez
Bahías de Huatulco. Oaxaca.- El sector naval de Huatulco celebro un año más de la celebración del nonagésimo octavo aniversario de la defensa heroica de la soberanía de la patria por los cadetes de la heroica escuela naval y el pueblo veracruzano, así mismo decoraron mas de 20 elementos que cuenta con 10 y 25 años en la filas de la secretaria de marina, estuvieron presente autoridades municipales, federales y militares.
El comandante del sector naval de Huatulco Vicealmirante Luis Orozco Inclán en su discurso dijo.- El día de hoy, la secretaría de marina, armada de México y en particular el sector naval de Huatulco se engalanan con motivo de Ese 21 de abril de 1914, los cadetes de la escuela naval por convicción propia, bajo la guía de los oficiales, capitanes y directivos del plantel educativo naval, tomaron las armas e hicieron frente con valentía al poderoso extranjero invasor que intentaba mancillar el suelo patrio, hasta ofrendar sus vidas en defensa de la nación, quedando plasmado este acto sublime en los anales de la historia mexicana.
Nosotros los marinos militares sentimos el orgullo de ser los herederos de esta noble estirpe que participó en esa epopeya y tenemos la honrosa responsabilidad de mantener viva esta gesta heroica en la mente y los corazones de los mexicanos, para que dado el momento no se vacile en acudir al llamado de la patria, con decisión, valor y fidelidad como Azueta y Uribe lo hicieron.
Los nobles ideales que guiaron a estos dos próceres navales de la historia de México a ofrendar sus vidas, deben ser mantenidos siempre presentes y sirva su ejemplo a las futuras generaciones de mexicanos para conservar las nobles tradiciones, así como un espíritu fuerte y decidido para actuar en la salvaguarda de la soberanía y la integridad territorial ante cualquier amenaza.
Sin embargo, el mundo actual es distinto, hoy nuestro país no vislumbra amenazas externas a su seguridad e integridad territorial, pero si han germinado nuevas amenazas trasnacionales e internas como el narcotráfico y la delincuencia organizada que generan violencia producen el caos, la ingobernabilidad, debilitan a las instituciones y descomponen el tejido social de nuestra nación.
de ahí que los marinos militares mexicanos consientes de las aspiraciones e intereses nacionales no dudamos ni dudaremos en aplicar, apegados a derecho, la fuerza del estado mexicano que ostentamos, ante situaciones y acciones ilegitimas en contra de quienes abrigan oscuras ambiciones que se contraponen al bien común nacional o contra de aquellos que intentan minimizar los esfuerzos que realizamos todos los mexicanos día a día, por vivir mejor, por mantener la paz, la seguridad, la gobernabilidad e integridad de las instituciones nacionales.
para nosotros nuestro país y sus instituciones se encuentran por encima de cualquier interés, los retos enfrentados actualmente por nuestra marina, son emprendidos por hombres y mujeres formados bajo inquebrantables valores y robustecidas costumbres, fundamentadas en la tradición de más de cien generaciones de marinos egresados del crisol que forjó a José Azueta abad y a Virgilio Uribe robles, por eso no dudamos que nuestro actuar cotidiano la fortaleza del espíritu, la legitimidad, el respeto, la equidad y la justicia estén presentes.
En este día memorable, también el sector naval se Huatulco se congratula en entregar condecoraciones de perseverancia a nombre de la secretaría de marina-armada de México a un grupo de oficiales, clases y marinería que por sus años de servicio y trayectoria profesional, han servido ininterruptivamente a la patria, por ello la institución naval reconoce la constancia y vocación de servicio de este personal y les demanda a refrendar su compromiso de continuar sirviendo con lealtad y eficiencia a su nación.
La vocación de servicio de nuestro personal naval no es adquirida de manera fortuita, es un bien que se cultiva, se modela, es una aptitud inspirada y generada en los mas sublimes anhelos de nuestro pueblo y heredada a través de las tradiciones castrenses vinculadas con todos aquellos antecesores que han dedicado y entregado de manera desinteresada sus vidas para consagrar las instituciones nacionales y consecuentemente edificar un México seguro, digno y prospero.
En nombre de todo el personal que integramos el sector naval de Huatulco les expreso un sincero reconocimiento por su trabajo y entrega; así mismo, les pido hacer extensiva una felicitación a sus familiares cercanos, hijos, esposas, padres y hermanos, por la paciencia tenida durante las largas esperas cuando estaban de servicio lejos de casa; así como mi reconocimiento por mantener en ustedes, pese a las inconveniencias, ese espíritu fuerte e inquebrantable y por darles el aliento necesario para continuar sirviendo con entusiasmo y dedicación a esta noble institución.
Durante la intervención en el México de 1914 hubo personas anónimas de la población, así como cadetes de la escuela naval que con valentía y arrojo hicieron frente al enemigo y dieron su vida para legarnos un país libre, unido y soberano.
Hoy regiones de nuestro país están viviendo en el deterioro y la fricción, debido a que enemigos de la legalidad, de la paz y del desarrollo nacional pretenden imponer su voluntad en beneficio de sus intereses mezquinos, engendrando falsos valores que desintegran a la sociedad y generan violencia y temor; sin embargo, como antaño, debemos mantenernos unidos, no dar crédito a sus perversos argumentos y sin vacilación y con valor denunciar para desterrar a los enemigos que pretenden subyugarnos para su lucro.
El México anhelado de hoy y del futuro, debe ser el México que aspiramos desde cuando éramos niños, pacífico, limpio, libre, soberano, fuerte, cimentado en instituciones legítimas, donde impere el orden y se respeten los derechos de los ciudadanos honestos, donde podamos transitar con tranquilidad y seguridad por todos los bellos rincones que nos ofrece el paisaje y la diversidad cultural del territorio nacional.
Ese México deseado no es responsabilidad ni compromiso exclusivo de las autoridades ni de las fuerzas armadas, debemos de actuar todos, partiendo desde la institución fundamental que es la familia, así como con nuestros amigos y vecinos, difundiendo, guiando y educando con el ejemplo y la razón de que buscamos un país libre de corrupción y de respeto a las normas de convivencia social armónica, solo así avanzaremos en la consolidación de este anhelo.
