Yo no le hago mal a nadie ni le deseo mal a nadie, pero hoy levanto la voz porque ya no voy a permitir más violencia, acoso ni difamación.




José Antonio Gopar, resentido porque nunca accedí a sus insinuaciones y mensajes de acoso sexual, se ha dedicado a hostigarme. Muchas veces pasó frente a mi pequeño negocio solo para tirar humo negro con su camión, intentando intimidarme, hoy se da golpes de pecho en redes sociales tratando de mostrar otro rostro, el rostro de la hipocresía.
José Martínez, por su parte, se ha unido a esta campaña de odio, queriéndome sacar de mi espacio de trabajo, y ambos han politizando el dolor ajeno para favorecer a un candidato.
Hace unos días encontré en mi negocio una rata en una bolsa con rituales de brujería. Solo ellos saben la maldad que llevan en el corazón para intentar lastimarme de esa manera.
Es doloroso ver que quienes tanto daño me han hecho, hoy se den golpes de pecho. Incluso tuve que soportar ser hostigada en el mismo lugar donde ocurrió una tragedia. ¡No se vale usar el dolor para sacar provecho político!
Hoy decido romper el silencio, porque estoy cansada de vivir con miedo. Este es un llamado a todas y todos: ayúdenme a frenar el hostigamiento y a decir BASTA a la violencia de género.

Alzo mi voz porque callar nunca más será una opción. 
