// Huatulco desconocido: Boca Vieja - Panorama del Pacifico
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En este lugar el atardecer te puede tomar por sorpresa hasta hacer que pierdas la noción del tiempo.

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Por. Erika Greco/Fotografía Eduardo Amaro
Bahías de Huatulco.- Escondida entre las fauces de una comunidad que sentó sus raíces hace poco más de cincuenta años, y que orgullosamente va emergiendo como las palmeras que rodean las laderas del río, o como los platanares que guían la vista hacía los costados del camino de terracería, poco a poco se deja ver, no tan precipitado para no embrujarte de tajo con su encanto; es sutil, primero te atrae como canto de sirena, incluso antes del asombro, escuchas el golpeteo de las olas rompiendo en la orilla del mar, poco después un hilo de sal se cuela en el aire y una ligera frazada de viento te da en la cara, entonces sabes que has llegado al encuentro de un mar inquieto que no se deja seducir tan fácilmente.
Boca vieja, le han denominado los lugareños. Para llegar no hay mayor requisito que, llevar tiempo suficiente para disfrutar de un lugar que mezcla el silencio de los pensamientos con las regias olas que atraen a los nadadores más audaces, para clavarse entre las cálidas aguas de un mar que atiende al respeto de su devoto e inamovible vigilante ataviado de blanco, el faro.
A la orilla de la playa conteniendo al sol en todo su esplendor resisten algunas enramadas de palma, han sido adornadas con hamacas que responden al vaivén del viento, que al poseerlas rompen con la fragilidad del silencio.

En este lugar el atardecer te puede tomar por sorpresa hasta hacer que pierdas la noción del tiempo. Cuando menos lo esperes tendrás frente a ti un cielo áureo resplandeciendo sobre el mar y la laguna, que se entrelazan en un estrecho brazo de agua.
Bajo esas enramadas los lugareños ofrecen algunos platillos elaborados con ingredientes de la región, principalmente mariscos frescos, pescado, camarón y ostión; frijoles de la olla, tortillas de mano, salsa de molcajete, y otros platos que preparan al momento con la sazón del lugar.

Situado a veinticinco minutos de Bahías de Huatulco, es sin lugar a dudas un rincón poco conocido que brinda una dosis de armonía con la naturaleza. Considerado como un lugar imperdible para los amantes de la tranquilidad.

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