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En una inspección de rutina, elementos de la Policía Federal Preventiva sorprendieron en flagrancia a Luis Manuel Herrera García y Fernando Mendoza Montes, en posesión de 279 crías vivas de pericos frente naranja o atoleros (Aratinga canicularis) y de cotorras guayaberas (Amazona albifrons).

• Se les decomisaron 279 polluelos
En una inspección de rutina, elementos de la Policía Federal Preventiva sorprendieron en flagrancia a Luis Manuel Herrera García y Fernando Mendoza Montes, en posesión de 279 crías vivas de pericos frente naranja o atoleros (Aratinga canicularis) y de cotorras guayaberas (Amazona albifrons), por lo que fueron puestos de inmediato a disposición del Agente del Ministerio Público federal en San Bartolo Coyotepec, Oax.
A ambos presuntos traficantes de vida silvestre ya se les seguían los pasos, pues investigadores de Oficinas Centrales de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) e inspectores de la Delegación en Oaxaca, los habían detectado como “enlaces” en la región de la costa de quienes comercian estas especies en la Ciudad de México.
Los pericos y cotorras estaban ocultos en la cajuela del auto particular en el que se pretendía traerlos hasta la capital del país, dentro de jaulas hechizas y cajas de cartón. La edad de estos polluelos va de una a tres semanas de nacidos, es decir, que fueron sacados de su hábitat natural apenas unos días antes de que sus capturadores fuesen aprehendidos en la carretera federal No. 175, a la altura de Nochixtlán, Oax.
La extracción indiscriminada de ejemplares de vida silvestre (en este caso, de pericos y cotorras), implica un alto impacto sobre la población de estas especies, la destrucción de su hábitat y pone en riesgo la disminución de su población y precombinación genética, dificultad de reproducción o producción de  individuos menos resistentes a los cambios producidos en el ambiente, y por la pérdida de la diversidad genética.
De los 279 ejemplares asegurados precautoriamente, 208 son crías de pericos frente naranja o atoleros y los restantes 71, son de cotorras guayaberas, según dictamen pericial emitido por personal de la Delegación de la Profepa en Oaxaca a petición del agente del Ministerio Público Federal, e integrado a la AP/PGR/OAX/OAX/IV/214-D/2011.
Por su parte, la Delegación de la Profepa en Oaxaca inició el procedimiento administrativo en contra de los dos presuntos traficantes de vida silvestre; realizará las acciones correspondientes para el traslado y cuidado de los polluelos a una Unidad de Manejo de Vida Silvestre, y una vez resueltos tanto el proceso penal como el administrativo, serán reintegrados a su hábitat natural como destino final.
Cabe señalar que el valor total de los 279 ejemplares en el mercado negro, supera los 200 mil pesos, pues cada ejemplar de perico atolero se vende en $600.00, en tanto que las cotorras guayaberas pueden comercializarse en mil 200 pesos cada una.
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